viernes, 6 de marzo de 2009

Constitución para el continuismo - Clave Digital

ENFOQUES

Constitución para el continuismo
Rosario Espinal
martes, 03 de marzo de 2009
De 1966 a 1996, la República Dominicana vivió bajo el nubarrón de la supuesta indispensabilidad de Joaquín Balaguer para alcanzar progreso y orden.

El caudillo se empeño en promover esa idea, y los sectores conservadores encontraron en él su tabla de salvación ante una sociedad cambiante con deseos de democratización.

La Constitución de 1966 sirvió de bastón institucional para apoyar los escandalosos fraudes electorales que casi siempre transportaron a Balaguer a la presidencia. Recordemos las crisis de 1970, 1974, 1990 y 1994.

La Constitución de 1994, aprobada durante la última crisis que provocó una amañada reelección de Balaguer, finiquitó la reelección inmediata, pero dejó viva la reelección no consecutiva.

Por eso el caudillo no pudo postularse en 1996, pero sí en el 2000.

La Constitución de 2002 tuvo como único objetivo restablecer la reelección inmediata para que Hipólito Mejía pudiera competir en el 2004. Se instituyó además el “nunca jamás” después de una segunda postulación para apaciguar las voces anti-reeleccionistas dentro y fuera del PRD.

En todas estas reformas constitucionales el tema de la reelección ha sido central, y lo mismo sucederá ahora con la reforma que ha sometido el presidente Leonel Fernández al Congreso.

La propuesta establece que después de un período de gobierno y una segunda postulación inmediata, un ex presidente puede postularse nuevamente siempre que haya permanecido por lo menos un período fuera del poder.

Es decir, la propuesta mantiene el sistema instaurado por Hipólito Mejía en el 2002 de una reelección consecutiva, y agrega la posibilidad de postulaciones posteriores.

Esta fórmula es lo más cercano que existe a la reelección indefinida.

Parece que el presidente Fernández no se atrevió a proponerla para evitar un gran alboroto en su partido y en distintos sectores de la opinión pública nacional contrarios a la reelección.

En términos prácticos, el asunto es el siguiente: si se aprueba la modalidad que propone el Presidente, la nueva Constitución habilitará a Fernández y a Mejía para ser candidatos nuevamente.

Por el contrario, si se mantiene el sistema actual de una sola reelección, ninguno de ellos podrá ser candidato en el futuro.

Durante las transiciones democráticas en América Latina, el ímpetu inicial fue limitar las reelecciones para combatir el continuismo y garantizar la alternancia. En años recientes, sin embargo, la tendencia ha sido a restablecer el reeleccionismo.

El caso más reciente es Venezuela, donde mediante referendo, se aprobó la reelección para que Hugo Chávez pueda postularse en el futuro.

Cuando los presidentes latinoamericanos buscan quedarse en el pode, recurren con frecuencia a la construcción de un liderazgo mesiánico que enfatiza su indispensabilidad para alcanzar determinados objetivos.

Por eso, la pregunta concreta que deben hacerse los legisladores dominicanos sobre el tema de la reelección es la siguiente: ¿Son Leonel Fernández e Hipólito Mejía indispensables para el desarrollo de la República Dominicana?

Si la respuesta es negativa, entonces se debería mantener el sistema actual de permitir una sola reelección inmediata.

Siempre he apoyado un sistema electoral que permita una reelección presidencial inmediata para que la ciudadanía tenga la posibilidad de extender por un período la gestión de un presidente que evalúe positivamente.

Pero un excesivo reeleccionismo, como introduce ahora el proyecto de reforma constitucional, fomenta el personalismo y el caudillismo, y ambos son contrarios a la institucionalidad que requiere el afianzamiento de la democracia.

Antes de aprobar más reelección, los legisladores dominicanos deben pensar en el efecto nefasto que tendría en sus partidos, porque sin dudas, las postulaciones futuras de Fernández y Mejía dificultará el surgimiento de nuevos líderes.

A los legisladores del PLD y el PRD les ayudaría verse en el espejo del PRSC, un partido que ha sucumbido en gran parte por el legado del personalismo y el continuismo que le dejó Balaguer.

jueves, 5 de marzo de 2009

Saliendo de la guarida

En nuestra querida República Dominicana, los jóvenes hemos sido silentes partícipes de la degradación moral del sistema político nacional. Hemos sido cómplices inertes del ascenso al poder de las personalidades que hoy desvían los pasos hacia el destino soñado para nuestro país por nuestros fundadores.

Hemos apoyado desde hace tres o cuatro períodos electivos a los presidentes y legisladores que deben velar por el bienestar del pueblo, de aquellos que con su mayoría los hicieron representantes de los intereses y necesidades de nuestras comunidades. Pero al parecer, hemos estado votando solo por ser partidistas, sin analizar lo que cada legislador y gobernante ofrece al país, sin estudiar cuáles son las opciones de cambio que cada uno propone y de las medidas que piensan disponer para lograr su objetivos. Mucho menos nos hemos ocupado de dar seguimiento a lo que han ofrecido y cual ha sido su nivel de éxito en implementar los cambios. En mi opinión, esto ha contribuído a que nuestros políticos entiendan que el país es suyo y no tienen que dar explicaciones a nadie sobre el uso de los recursos que pagamos en impuestos. También ha contribuído a que no se tome en cuenta la aprobación o el rechazo del pueblo hacia las medidas y leyes que proponen antes de tomarlas. La falta de seguimiento nos ha hecho aún más olvidadizos de lo que normalmente somos como humanos, y terminamos eligiendo a los mismos asaltantes sin moral para que velen por nosotros. Esta misma falla, no nos permite organizarnos como sociedad a exigir que se cumpla lo que ha sido prometido. Hemos sido cómplices, quizás sin querer, del atraso constante en que vivimos.

Hablo solo acerca de los jóvenes, porque somos los que hemos crecido con un sentimiento de derrotismo y pesimismo en cuanto al futuro de nuestro país. Somos los que hemos estado silentes e inertes, dejando las cosas pasar. Somos nosotros los que aún tenemos la fuerza de luchar porque lo que creemos, sin embargo solo sabemos quejarnos ante nuestro alrededor y nuestra mente de las sinrazones que de vez en cuando escuchamos o leemos en la prensa. Somos los herederos de la libertad y democracia por las que otros lucharon, pero no hemos sabido capitalizar sobre esos logros e insertarnos en la lucha por la justicia social dominicana.

En los últimos meses y para grata sorpresa, he estado viendo como surgen grupos juveniles que exigen el cumplimiento de las leyes y manifiestan su repugnancia hacia las muestras de irresponsabilidad y falta de justicia en nuestro país. Quizás no son escuchados, o les tiran orina en las caras, o los trancan, o los cancelan de sus empleos en el estado, pero no desisten y solo buscan que se sumen más a la causa, porque solo una sociedad organizada y numerosa puede exigir respeto a las leyes y al patrimonio del pueblo.

Creo que debemos ir sumándonos, no ser espectadores ni permanecer pasivos. Debemos de dejar de ser aquellos que cada día de elecciones prefiere quedarse en la cama porque "son to' uno' ladrone'" y pensamos que será más de lo mismo. Pero debemos tomarnos el tiempo de reflexionar y pensar por qué votamos por quienes lo hacemos; y debemos hacer una lista de las cosas que son prioridades en nuestra razón y en nuestro sentimiento hacia el pueblo y los más desposeídos. A raíz de nuestras conclusiones, si ninguno de los candidatos de los partidos principales nos convence, entonces hay otros a los que no se ha dado la oportunidad de demostrar lo que son y lo que harían por nosotros, por eso estamos en una democracia. Si aún no te convence votar por alguien nuevo, entonces en lugar de quejarte, únete al partido con el que mejor identifiques tus ideales y sé un ejemplo dentro del mismo. Procura mantener tus convicciones y creencias, e intenta hacer el cambio desde adentro. Algún dia los que hoy están en el poder no tendrán la fuerza ni la edad para continuar, sin embargo Tú estarás en condiciones de tomar las riendas y realizar los cambios que en tu mente actual sueñas con tener.

Sal de tu guarida y empieza el cambio...

My political views

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Social Liberal
(61% permissive)

and an...

Economic Liberal
(31% permissive)

You are best described as a:

Democrat




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